sábado, 5 de octubre de 2013

Comunicar mejor para ganar en confiabilidad: El caso de trustparency.es

Que alguien le suelte pasta a un desconocido para que este realice supuestamente la labor social que él mismo o su organización prometen constituye un ejercicio de generosidad que algunos considerarían colindante con un rapto de locura. Esta forma de proceder sólo puede cimentarse en la confianza que al donante le inspira el sujeto o la organización a la que entrega su dinero.

Desde esta óptica, la confianza se erige en un sustentáculo crítico para la supervivencia de las organizaciones del tercer sector. El mundo de la solidaridad (y las organizaciones injertadas en él) está alcanzando cotas de competitividad desconocidas hasta el momento. En este contexto de libre mercado sólo sobrevivirán aquellas organizaciones que sean confiables a los ojos de la sociedad. El resto están condenadas al cadalso.

Las entidades no lucrativas deben aumentar su grado de confianza a través de la legitimidad, y para ello necesitan mejorar su nivel de transparencia. En este ámbito la comunicación juega un papel crítico. Las alternativas disponibles hoy día son incontables, tan solo limitadas por la creatividad de los gestores de las entidades no lucrativas: vídeos en Youtube or Vimeo, comentarios en Twitter, Facebook o Google+, presentaciones en Pinterest o Flickr, blogs de voluntarios o colaboradores…

No cabe duda alguna. Una variable crítica de la ecuación de la solidaridad es la transparencia, ya que genera confianza y, con ella, una mayor vinculación con los principales stakeholders, especialmente con los donantes, esos sujetos que tienen la mala costumbre de aspirar a que sus aportaciones se apliquen de la manera más eficaz y eficiente posible.

Con este sustrato nace la experiencia que presentamos en este post: trustparency.es. Impulsada por la valentiía tres apasionados de la tecnología (Sergio Aguado, José Luis Muñoz de Morales y Ramón Ulldemolíns),  trustparency se configura como una organización social cuya misión es incrementar el nivel de implicación de la sociedad en proyectos sociales. El cumplimiento de esta misión se traduce en ayudar a las entidades no lucrativas a conectar con la sociedad de una manera diferente, mostrando a tiempo real el valor que genera las aportaciones de los donantes así como permitiendo a estos que sientan y vivan las historias humanas que coexisten detrás de cada proyecto solidario.


La forma de proceder de esta organización gira en torno a la innovación, la innovación al servicio del progreso social. Aunque hay muchas otras, resulta especialmente interesante la storyline de trusparenty. La storyline es una herramienta visual que permite a las entidades no lucrativas compartir las historias de ayuda y trabajo a escala global, mostrando el trabajo que se desarrolla detrás de cada proyecto humanitario, así como el impacto social que se deriva del mismo. Con la storyline se logra que seguidores y donantes se mantengan al día del progreso del proyecto que apoyan, desde el principio hasta el fin.

Pero, ¿cómo funcional una storyline? La storyline de un proyecto se elabora con las publicaciones de las actividades que se realizan a lo largo del proyecto. La primera y última publicación consiste siempre en un vídeo: el inicial explica el problema que se pretende resolver, mientras que el final muestra la solución alcanzada. Entre medias, los participantes en el proyecto pueden publicar hitos del mismo en diferentes formatos. Cada nueva publicación puede compartirse en las redes sociales logrando así un efecto viral del proyecto. Esta circunstancia refuerza la probabilidad de hacer el proyecto más visible y más atractivo. Los seguidores del proyecto reciben una notificación con cada nueva entrada. De esta manera, el interés de los seguidores o donantes se mantiene vivo.

El objetivo no es otro que ganar en transparencia y, por derivada, aumentar la confianza en la entidad, lo que generará en última instancia un mayor vínculo emocional y unas relaciones mucho más estrechas y de largo recorrido.

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