La vida en las grandes urbes transcurre en muchas ocasiones con la languidez de los acontecimientos amortizados. ¿Quién no ha pensado alguna vez en abandonarlo todo e irse a vivir a un pueblecito perdido del Pirineo aragonés, o de cualquier otro paraje donde la vida fluya a otro ritmo? ¿En serio nunca se ha planteado permutar el endemoniado guirigay del
tráfico de una ciudad por el plácido murmullo de una arboleda?
Entre sus actividades se encuentra la apertura de Hospederías Sociales mediante las que se entra a formar parte de alguna de las comunidades que actualmente gestiona Arpa de forma sostenible e independiente, por ejemplo la que ocupa en las antiguas instalaciones de la Estación de tren de Zuzones en Burgos. Precisamente esa apuesta por un cambio en el estilo de vida y la convivencia en comunidad es lo que la convierte en una experiencia de Cultuinnovación o innovación cultural, aquella que implica a la calidad de vida de las personas y cuyo eje prioritario de innovación se fundamenta en introducir cambios en las conductas, actitudes o percepciones de la población como instrumento de cambio.
Hospedería social de Arauzo |
Este programa se fundamenta en los principios del trueque al producirse un intercambio donde ambas partes salen beneficiadas.
Actualmente trabajan en un proyecto complementario denominado Iniciativa Social para Vivienda Autosuficiente Rural (ISVAR). Este pretende la construcción de viviendas ecológicas y autosuficientes de madera a un coste muy reducido ya que se realiza con materiales recuperados, eliminando de este modo las barreras de acceso a la vivienda y contribuyendo a retornar de la ciudad al campo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario